Memorias de un amnésico

Aaaah el móvil, ese pequeño cacharrito tecnológico que nos proporciona status social y gratos momentos de ocio en nuestras horas muertas. Desde tiempos inmemoriables el hombre soñó con comunicarse (cuanto más gritase lejos, mejor) y finalmente el echo de movilizar el teléfono le permitio su sueño, poner musica en el metro/calle y tocarte las pelotas llegar a comunicarse con el mundo estuviera, donde estuviera y torturarme con el reggeton en el autobús, si, te lo digo a tí, te tengo fichao y mañana mismo te voy a meter el móvil por el culo, so mamón. Acaso te obligo yo a escuchar mi música??,que te hace pensar que me interesa la tuya? tener los más variados servicios chorras multimedia a su alcance. El móvil, al contrario que la casa, el coche o la cuenta bancaria, nos gusta que cuanto más pequeño y con más funciones, mejor, eso si...hay gente que abusa de las aplicaciones. Busca en el Iphone donde esta la farmacia mas cercana pa comprar condones, busca porno información en internet, lee su correo para mandar porno, manda correos a sus pobres subordinados, para tenerlos aun más controlados... qué es lo que pasa? que en ocasiones, tánto alarde de tecnología toca un "poquitin" las pelotas. Sobre todo cuando te llega un correo así:

Realmente es NECESARIO, restregar que estas mandando tu correo con tu nuevo y flamante movil de 450 pavos poniéndolo como firma de tus correos?? Pues esta claro que los currelas también podemos fardar desde donde mandamos el correo...(aunque sea una mierda...xD).